RELIEVES DEL ARA PACIS.
S. Roma 13-9 a C.
Mármol de Carrara
Autor: desconocido, pero casi con seguridad griegos que se inspiran en los relieves de la marcha de la procesión de las Panateneas en el friso interno del  Partenón, obra de Fidias.
El friso procesional mide 55 cm Alt.
Lo vota el senado para celebrar el regreso victorioso de Octavio. Además con Octavio se entra en un periodo de paz, tras oscuras guerras civiles en Roma, lo que favorece un desarrollo artístico y cultural.
Estilísticamente: influencias griegas como se ha dicho arriba, lo mismo en los pliegues de los vestidos y en detalles que llevan los personajes al estilo helenístico. El individualismo de los rostros, es de tradición etrusca e itálica. La superposición de temas: vegetales, procesionales y mitológicos, también  es novedad romana.
La imagen que aparece en el examen, muestra a Octavio Augusto con la cabeza cubierta (como sumo sacerdote oficiante), a su esposa Livia y a su hijo Tiberio
Actualmente está en su originario emplazamiento cerca del Mausoleo de Augusto pero dentro de “La Pecera” un edificio de acero y cristal  recientemente construido por un arquitecto norteamericano y que después de varios años de obras ha sustituido a la antigua estructura de piedra de la época de Mussolini que lo protegía.
Para completar: al regreso de Augusto de sus campañas en Hispania, contra los vascones, y en la Galia, el Senado decidió consagrar en el Campo de Marte el Ara de la Paz, donde sacerdotes, magistrados y vírgenes vestales debían de realizar un sacrificio anual. Su localización coincidía con la del “Mausoleo de Augusto” y el famoso “Horologium Augusti” o reloj de sol que utilizaba como aguja un obelisco.
Se trataba por tanto de un altar a modo de pequeño templo de forma rectangular, con el ara en el centro sobre un pedestal escalonado y un recito murado rodeándolo con dos entradas originalmente al este y al oeste (en la reconstrucción de 1938 en el norte y sur): la principal con, escalinata, para los oficiantes, y la posterior para las víctimas.
Las esculturas se concentran principalmente en el muro exterior y también en el ara de los sacrificios. En realidad podrían distinguirse cuatro grupos escultóricos:
a)      Los en dos frisos externos con el desfile procesional.
b)      Los cuatro relieves alegóricos que flanqueaban las dos puertas.
c)      El zócalo corrido externo, con roleos y acantos.
d)     El friso interno, con bucráneos y guirnaldas.
Las representaciones son múltiples. En la parte inferior se representan formas vegetales y frutales: guirnaldas con espigas de trigo, manzanas, peras, granadas, higos, bayas, nueces, uvas silvestres, etc. También roleos (motivos vegetales enrollados) con sus calículos (o tallos), florones, palmetas, hojas y flores sin que faltaran los bucráneos (cráneos de buey), importante en este sentido pues el sacrificio dedicado a la Pax en este Ara era dos bueyes. Aparecen también signos alusivos al dios Apolo, así como las figuras de Eneas y Rómulo flanqueando las puertas, en alusión a la renovación de Roma conseguida por Augusto. Todo con  cierto abigarramiento compositivo que nos hace pensar en el horror vacuii.
Los frisos superiores representan, al modo de las Procesiones de la Panateneas, a Augusto encabezando un cortejo donde le acompaña su familia al completo, mecenas, amigos, colaboradores, los miembros del Senado, los sacerdotes, los magistrados, las vírgenes vestales, etc., de camino al sacfrificio que honrará lapaz y a sus dioes Jano y Pax.al primero se le ofrece un carnero, al segundo dos bueyes. Este desfile conmemora además el que se hizo el que se hizo para consagrar este mismo altar años atrás (el 13 a. C.) cuando se construyó el primer Altar de la Paz, aquel todavía provisional.
Su solución plástica trata en Reimer lugar de rellenar obsesivamente todo el espacio, pero con una técnica narrativa, clara, de técnica precisa y rotundo realismo, donde el nivel de relieve marca la perspectiva. Así las figuras del primer plano se representan en alto relieve mientras que las del segundo y tercer plano se realizan en medio y bajo relieve.
Las actitudes de los personajes varían entre sí, lo que crea ritmo compositivo y movilidad en la composición, a pesar del número de personajes. Se pierde así el sentido procesional griego, pero se gana en ritmo y plasticidad. En cualquier caso, la representación es sumamente elegante. No sólo se respeta minuciosamente el protocolo familiar y político de la procesión, sino que toda ella discurre pausada y ordenadamente. Con sus togas majestuosas y sus poses sosegadas. Y aunque está clara la influencia fidiaca de la Panataeneas, lo cierto es que aquí es diferente  la composición, la técnica, el ritmo del relieve y la individualidad de los personajes.


Información basada en el fantástico análisis realizado por Artecreha
Aquí tienes un enlace a una foto 360º del Ara Pacis . También puedes ver en este video todo lo que hemos estado hablando. 

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